Cómo vaciar una calabaza de Halloween paso a paso y con pequeños trucos
Esta semana estamos todos a vueltas con las calabazas de Halloween, unos por pura diversión y otros casi por obligación porque los niños tienen que llevar una calabaza vacía y decorada al cole o a la guardería... Cada vez son más los que se suman a la celebración de Halloween, Samaín o como sea que se llame en el lugar en el que viváis y toca ponerse las pilas.
Preparar la calabaza no es demasiado difícil, pero tiene su complicación, sobre todo si queremos que nos quede realmente bien y que sea una de las más bonitas de la exposición o de la decoración de la que vaya a formar parte. Es importante hacerse con las herramientas adecuadas y disponer de un buen rato libre para seguir con paciencia el paso a paso que a continuación os explicamos.
Lo primero es elegir la calabaza en cuestión, que tenga un tamaño adecuado y que sea bonita, ya que cuanto más lucida sea la calabaza mejor se verá en ella nuestro trabajo. Después tenemos que cortar una tapa superior y guardarla para volver a colocarla en su lugar una vez que hayamos terminado el proceso. El cuchillo tendrá que ser potente, porque la calabaza es bastante dura y tendremos que hacerlo con el máximo cuidado para garantizar seguridad y evitar cortes.
Después viene el momento del vaciado que es el más aburrido y para el que necesitaremos más paciencia, podemos hacerlo con una cuchara si es suficientemente resistente, poco a poco iremos retirando el contenido del interior, que por cierto podemos guardar para preparar alguna buena receta para la cena. La calabaza está riquísima y es ingrediente clave en muchas recetas de otoño.
Vaciar el interior sí, pero sin pasarse, hay que dejar una corteza suficientemente gruesa como para que la calabaza sea bien resistente, sobre todo teniendo en cuenta que aún nos falta hacer los cortes correspondientes al dibujo y que si la corteza la dejamos muy fina, cuando hagamos esos cortes se romperá.
El truco a la hora de recortar la calabaza está en no improvisar, tenemos que tener un diseño previo y tenemos que dibujarlo en la calabaza antes de echar mano al cúter, si cortamos mal no tiene arreglo, así que es importante que dibujemos la cara terrorífica o el motivo con el que queramos decorar bien centrado, incluso podemos utilizar una plantilla si dibujar a mano alzada no es lo nuestro.
El momento de hacer los recortes en la superficie de la calabaza es probablemente el más importante, si metemos un poco la pata en el interior, no se va a ver... Pero la decoración que hagamos en superficie será precisamente lo que quede más visible y lo que llame más la atención. Así que como se suele decir, despacito y buena letra, recortando con paciencia trozo a trozo hasta finalizar el dibujo.
Finalizado el proceso, volvemos a colocar la tapa y nuestra calabaza ya estará terminada. Si por la noche queremos podemos colocar en su interior una vela, auténtica o de LEDs, para conseguir el efecto de luz que sale de su interior y que hace que su acabado sea mucho más divertido y al mismo tiempo terrorífico.
Como consejos finales, si no os queréis complicar mucho, las calabazas pequeñas igual son menos vistosas pero se vacían mucho más rápido y otro tema está en que pensemos bien el tema del diseño, si no nos queremos complicar elijamos el dibujo más sencillo que podamos para los recortes. Mejor hacer un proyecto fácil, que lo disfrutemos y que además nos quede bien, que no complicarnos la existencia con algo que nos amarga llevarlo a término.
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