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Sticky lights son unas bombillas dentro de un recipiente de plástico transparente, con adhesivo por uno de sus lados para que puedas pegarlas en el punto exacto en el que deseas que tu pared, techo, espejo o suelo quede iluminado.
Es un diseño de Chris Kabel para Droog Design y gracias a él podrás olvidarte de tu caja de herramientas a la hora de iluminar tu hogar. Tan sencillo como pegar una simple pegatina.
Cuesta tan sólo 20 euros, pero como mínimo tendrás que comprar un par de ellas. Seguro que se te ocurre más de un lugar para colocarlas.
Vía | Geekologie Más Información | 0900-design
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