Nokia ha realizado una apuesta muy curiosa. Año 2013 y aparece el Nokia 105, completamente nuevo pero con unas características y un diseño de hace diez años. Dicen que es un teléfono para los que no buscan complicaciones, y podríamos definirlo como perfecto para llamar y nada más.
Olvídate de enormes pantallas táctiles o muchas aplicaciones. Nokia 105 nace para ser muy sencillo, con un diseño que nos evocará a la época dorada de Nokia: finales de los 90 y principios del nuevo siglo. Estamos ante un teléfono pequeño (107x44.8x14.3 milímetros), ligero (70 gramos) y que no trae conexión Wifi ni 3G (sí EDGE/GPRS). Una vuelta al pasado pero en el presente.
Quizá el diseño no sea lo más retro del mundo (aquí uno de mis favoritos siempre ha sido el Nokia 8310) pero sí una apuesta para volver a las raíces de la marca. Nokia 105 está pensado para mercados emergentes y usuarios que quieran lo más sencillo: llamadas, mensajes de texto y poco más. Promete varias semanas de autonomía y un precio imbatible: menos de 20 euros. Perfecto para que sirva como teléfono de emergencia.