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Conrad, Hemingway, Kafka, Kipling, Stevenson o Tolstoy. No se trata de nuevas marcas de cigarrillos sino de las lecturas de estos clásicos de la literatura envasadas en el packaging más universal: el paquete de tabaco.
El mismo tamaño e idéntico aspecto, incluso el celofán que lo protege y el trozo de papel aluminio en su interior. Una buena invitación a abandonar el mal hábito de echar humo por otro mucho más saludable, para nosotros y para los que nos rodean que se convertirán en lectores pasivos.
¿Os los imagináis en las maquinas expendedoras?
Vía | Hombre Lobo Más información | Tank Books
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