Es curioso como algo tan sencillo como abrir esa anilla en la que llevamos las llaves se puede convertir en toda una odisea. Ni con las uñas, ni los dientes, cuando parece que ya lo tienes... otra vez a empezar.
Por fin, al diseñador Eric von Schoultz se le ha ocurrido adoptar un sistema en el que basta con presionar en una especie de botón de esta anilla clásica para que se abra por el otro extremo. Free Key es el abrefácil de nuestros llaveros.
El invento viene en un pack que incluye otras tres anillas más pequeñas para que puedas clasificar tus llaves en tus grupos: las llaves de casa, del trabajo y las de la casa de tus padres. Genial.