Tarta de chocolate sueca (Kladdkaka). Estarás deseando que llegue la hora del postre
Hoy os traigo una verdadera tentación dulce, primero porque es una tarta riquísima y segundo porque es tan fácil de hacer, que no da pereza meterse a por ella en la cocina, asunto que resulta a priori bastante peligroso.
Se trata de la tarta de chocolate sueca, también llamada por ellos, kladdkaka, una mezcla entre pastel clásico de chocolate y el típico brownie, pero que tiene una textura un poco más pegajosa, de ahí su nombre, pues kladd quiere decir pegajoso en sueco, aunque riquísima, todo hay que decirlo. Para que os hagáis una idea os cuento que la receta viene preparada para ocho personas, pero en mi casa resulta que solo da para cuatro, con eso os digo todo.
Ingredientes para una tarta para ocho personas
- 185 g de mantequilla derretida y enfriada
- 300 g de azúcar
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
- 3 huevos M a temperatura ambiente o 180 g de huevo
- 225 g de harina
- 55 g de cacao puro en polvo
- Azúcar glas o cacao para espolvorear por encima
Cómo hacer kladdkaka o tarta de chocolate sueca
Comenzaremos precalentando el horno a 180 grados, 160ª si lo horneamos con turbo, y engrasando un molde de tarta de 20 centímetros de diámetro con una cucharadita de mantequilla derretida, forramos la base con papel de hornear. Reservamos.
Ponemos la mantequilla derretida y de nuevo atemperada en un bol, añadimos el azúcar y la vainilla, y batimos con unas varillas hasta que se mezcle todo.
Vertemos en la mezcal los tres huevos batidos, unimos al resto de ingredientes y por último agregamos la harina con el cacao en polvo mezclados. Echamos en el molde y alisamos con una espátula si no nos queda la superficie regular.
Horneamos durante 20 minutos, y una vez cocido lo dejamos enfriar totalmente dentro de su molde.
Tiempo de elaboración | 50 minutos Dificultad | Fácil
Degustación
La tarta sueca de chocolate o kladdkaka podéis servirla con cacao o azúcar glas espolvoreada por encima, además con una bola de helado de vainilla a su lado o nata montada ya es algo sublime. Podéis servirla de la nevera para una textura más firme o bien dejarla un rato antes de servirla a temperatura ambiente para una textura más blandita.
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