Lo sé, me merezco un badum chass por el juego de palabras del titular, pero es que las las oficinas de Coca-Cola en Londres no son sólo refrescantes porque se trate de una marca de refrescos, sino porque el estudio de arquitectura MoreySmith ha conseguido darle un soplo de aire fresco a este edificio de estilo Barroco Edwardiano de principios de siglo XX.
Las oficinas se organizan en torno a un gran muro central que recorre las tres alturas, y en el que encontramos todo tipo de merchandising de la marca: carteles antiguos, luminosos, anuncios vintage, collages con latas y botellas y hasta alguna máquina expendedora retro, aunque lo que más destaca es el gran mural pintado en el muro de ladrillo que preside la recepción.
Lógicamente, el color rojo corporativo tiene mucha presencia en estas oficinas de Coca-Cola, aunque más como notas puntuales, en sillas, sillones y lámparas que como color predominante, aunque sí es cierto que podemos encontrarnos con una escalera completamente pintada de rojo.
Los arquitectos han querido conservar gran parte del encanto del edificio original, por lo que se han conservando muros de ladrillo, suelos de mosaico, e incluso algunas de los techos, aunque sin ser ápice para que el espacio resulte moderno y diáfano, con grandes mesas para que los trabajadores puedan trabajar de forma distendida y socializar, aunque imagino que también habrá zonas de trabajo más privadas.
Me gusta que a pesar de ser unas oficinas con muchos detalles y una decoración un tanto ecléctica por momentos, no resultan estridentes en absoluto, y eso que nada más entrar nos encontramos con una lámpara con forma de cometa, diseñada por Stuart Haygarth y formada por 30.000 piezas de acrílico y LEDs, que parece se vaya a estrellar sobre nuestras cabezas.
Como broche, las oficinas cuentan con una terraza de casi 400 metros cuadrados que incluye pérgolas, una barbacoa, manzanos, un jardín vertical y, por encima de todo, unas espectaculares vistas de Londres, con la torre BT al fondo. Lástima que en Londres no haga tan buen tiempo como para disfrutar mucho de ella.
En cuanto al mobiliario, se ha optado por piezas de diseño moderno y funcional, con ese toque retro años 50 que tan a juego le va a la marca, como por ejemplo los sofás que encontramos en algunas de las zonas de descanso De entre todas las piezas.
Sin embargo, si hay que destacar una pieza de mobiliario entre todas, esa es la 111 Navy Chair roja que encontramos en la terraza. No sólo porque la original es un icono del diseño, sino porque esta se trata de una colaboración de Coca-Cola con Emeco --el fabricante de esta popular silla de aluminio-- y que se produce reciclando 111 botellas del popular refresco.
Os dejo con una galería de imágenes de las oficinas de Coca-Cola en Londres, un gran trabajo de los arquitectos de MoreySmith, muy bien fotografiado por Gilbert McCarragher y Nikhilesh Haval de Acrylicize.
Vía | Designboom
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