Volar antes molaba. Especialmente en su época dorada, entre los 50 y los 70, que es la que ilustran las fotografías del libro Airline: Style at 30,000 feet (Aerolíneas, estilo a 30.000 pies) de Keith Lovegrove.
Comida de verdad --incluyendo sushi, asados y fruta fresca-- un lounge bar en la parte superior del avión con bebidas a tamaño real, azafatas encantadas con su trabajo, asientos reclinables con espacio para las piernas, baños con tocadores para las señoras y hasta una cama redonda para el DC-9 privado diseñado para Hugh Hefner. Pasen y vean.
1/11
Año 1972. En los Boing 747 había sitio hasta para un bar lounge que podían disfrutar los pasajeros de primera clase. Salvo por los tapizados y el color de la moqueta, un lugar encantador.
2/11
Año 1964. Atención al momento ¿Quiere un poco de ternera asada? Servida directamente de un asado y cortada con un cuchillo que hoy en día es inimaginable en un avión.
3/11
Año 1972. Vajilla de porcelana, copas de cristal, mantelería de tela y, ojo, cubiertos de verdad. Sin pasar por alto el amplio sitio para las piernas, y eso que se trata de "economy class".
4/11
Año 1949. Antes de que se sirviera la comida, las mujeres podían asearse en un tocador situado en la cubierta superior del Boeing Clipper de Pan American Airlines.
5/11
Año 1953. Comer no era una actividad solitaria, incómoda y precipitada. Había tiempo para la conversación, el cafecito, el digestivo y hasta el cigarrillo de después (aunque eso no lo echo de menos).
6/11
Año 1970. Después de la comida era el momento de la siesta, y no se me ocurre mejor lugar que la cama redonda que Hugh Hefner hizo instalar en su DC-9 privado que usaba como avión de Playboy, apodado Big Bunny.
7/11
Año 1950. Aunque sin el lujo del avión privado de Hugh Hefner, en las butacas reclinables de primera clase del Lockheed Constellation uno casi podía tumbarse sin ni siquiera molestar a sus vecinos de butaca.
8/11
Entre los años 1920 y 1950, las pegatinas que las compañías pegaban en el equipaje eran algo digno de coleccionar, no etiquetas impersonales que dan ganas de arrancar de la maleta nada más bajar del avión.
9/11
Año 1973. Mención aparte merecen los uniformes de las azafatas de Southwest Airlines. Un portavoz de la empresa afirmaba que las entrevistas de trabajo empezaban por mirarles las piernas.
10/11
Año 1973. "Nuestras azafatas deben de ser capaces de llevar pantalones ajustados y botas altas de cuero para conseguir el trabajo."
11/11
Año 1950. "Estás en buenas manos con Sabena". La gente era feliz volando, no como ahora, que el símil más parecido es el de uno borregos yendo al matadero. En fin, volar antes molaba.