Si no se te da bien la repostería o te has quedado sin ideas para el postre de la cena de Halloween, aquí tienes la solución: brochetas de gominolas. Seguro que tienes por casa palitos para brocheta y sino siempre puedes comprarlo en el súper de la esquina de paso que bajas a por las gominolas con la forma más asquerosa que puedas encontrar.
Lo de las gominolas no será difícil, porque hay que ver el gusto que tenemos en lo que a formas de gominola se refiere, que si dedos por un lado, que si dentaduras por otro, lombrices y gusanos... en fin, tendríamos que hacérnoslo mirar, pero ya será otro día que hoy nos viene fabuloso que ese sea el estilo en las tiendas de chuches.
Compra bastantes gominolas, siempre se comen, las comen los niños y también los mayores y si sobran tampoco hay problema que están estupendas al día siguiente. Una vez en casa con los palitos de brocheta y las gominolas, solo tienes que ir ensartando con paciencia. No diréis que la receta no es fácil y sencilla.
Si en la fiesta hay más adultos que niños, puedes utilizar las brochetas de gominolas para servir los cócteles después de la cena y se pueden utilizar para revolver. Por todos es sabido que el dulce combina muy bien con el alcohol, y tal vez justo después de la cena no apetezcan pero durante la sobremesa, las risas y la música, son un acierto seguro.
Vía | A Beautiful Mess
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