Vale, ya tienes tu preciosa fixie y sales muy orgulloso a pasear con ella con tu maillot hipster de Milltag. Pero cuando llega la noche, todo el glamour se echa a perder por culpa de que debemos envolvernos en chalecos reflectantes e incluso puede que nos veamos obligados a poner algunos en nuestra preciosa bicicleta en pos de la seguridad.
Afortunadamente, hay gente tan poco dispuesta a ser un farolillo sobre ruedas que ha ideado Lumen, una bicicleta retrorreflectante que no pierde el estilo de noche, y que por el día sigue molando como la que más gracias a una capa de pintura que refleja como ninguna la luz de los faros o cualquier fuente de iluminación directa.
No entraré en muchos detalles técnicos, pero la clave está en que tanto el cuadro como las llantas de la bicicleta están cubiertos con cientos de esferas microscópicas que devuelven la luz directamente al fuente. Esto es lo que se conoce como retrorreflexión, siendo mucho más luminosa que cualquier otro tipo de reflexión.
Así, de día la bicicleta es negro carbón con solo algunos reflejos puntuales en función de la luz, mientras que de noche se convierte en un neón rodante a la luz de los faros, sin necesidad de pilas ni dinamos, simplemente por cómo está pintado.
Si os ha gustado la idea, lo que no os gustará tanto es el precio, ya que en la campaña de Kickstarter con la que se está financiando piden 499 dólares por el cuadro y el manillar, y unos 1245 dólares más gastos de envío por la bicicleta completa. Si no os parece mal precio, daos prisa, porque quedan menos de tres días para que acabe el proyecto de Kickstarter.
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