He de reconocer que me encanta la tendencia que está obligando a muchas marcas a rediseñar el packaging y la presentación de sus productos para hacerlos más atractivos a la vista. Hoy en día ya no llega con ofrecer un producto de calidad, además el envoltorio, la botella o la caja en la que se sirve tienen que ser bonitos para que el triunfo sea absoluto.
Algunos pensaréis que es algo superficial, pero a mi rodearme de cosas bonitas siempre me hace sentir mejor. Las cosas feas ya llegan solas a nuestra vida, las que yo compro y elijo para mi entorno prefiero que aporten belleza, buen rollo y alegría. Y por fin lo han conseguido hasta con la pasta de dientes, que habitualmente tiene un tubo más aburrido que pa que bastante soso.
La propuesta es de Miriam König que ha creado los tubos de pasta de dientes que podéis ver en las fotos de este artículo y que son tan monos, que ni de pasta de dientes parecen. El tubo de pasta de dientes suele estar a la vista junto al lavabo porque lo utilizamos con mucha frecuencia y si podemos hacer que, además de ser muy útil en nuestro día a día, quede bonito, pues mucho mejor.
Hay que decir además que este packaging no solo es bonito sino, al parecer, también sorprendente, porque está hecho con un tipo de tinta que va desapareciendo por capas al contacto con el agua y va dando paso a otros dibujos diferentes al que vemos en un primer momento... Cierto es que no tengo muy claro como irá eso, habrá que probarlo, pero la idea me parece más que fantástica.
Vía | The Dieline
Más información | Miriam König
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