En los últimos años se ha puesto muy de moda todo lo que tenga que ver con el DIY y se han recuperado muchas costumbres de nuestras madres y abuelas que hacían tantas cosas y tan bonitas de forma manual. Es posible que la crisis haya tenido algo que ver y a mi modo de ver es una de las cosas positivas que tiene.
Las agujas de calcetar y los ganchillos que habían quedado casi olvidados en un rincón se han desempolvado y somos muchos los que ahora hemos vuelto a ponernos manos a la obra con el punto y el croché. En particular el amigurumi es tendencia ya que de un modo sencillo permite realizar objetos diversos divertidos y decorativos.
El amigurumi es una técnica de origen japonés que consiste en crear figuras de ganchillo uniendo piezas sueltas. Muñecos con forma de animalito, plantas, especialmente cactus y en general formas de todo tipo se pueden conseguir con esta técnica, unas son más sencillas y otras más complicadas pero todo es cuestión de práctica.
En internet podemos encontrar infinidad de patrones para hacer figuras de amigurumi. La base es siempre la misma, se hacen por trozos que después se rellenan y se unen para dar lugar al objeto deseado. Para empezar debemos elegir un proyecto sencillo y a medida que cojamos soltura podremos ir haciendo otros más complicados.
El punto de ganchillo es siempre el mismo y es muy fácil, lo que complicará el proyecto es el tamaño, el número de piezas que necesitemos y su forma y las mezclas de colores que haya que utilizar. Los cactus pueden estar bien para empezar, porque tienen forma sencilla y se pueden hacer en un solo color.
Terminado el muñeco o el objeto en cuestión se puede decorar además con bordados, lazos, botones, fieltro u otros detalles, en función de las ideas que nos dé el patrón o que se nos ocurran a nosotros mismos. Además si vamos aprovechando hilos que nos sobren de unos y otros proyectos no nos saldrá nada caro.
Fotos | Cuteamigurumi, Jessie LLoyd y Sew forth and sew on