El pabellón español en la Biennale di Venezia --cuyas ediciones de arte y arquitectura acaban de abrir al público-- es una escombrera, pero una escombrera con mucho estilo, fruto del trabajo de Lara Almarcegui, especializada en investigar la transformación urbana a través de elementos que a veces pasan desapercibidos, como son precisamente los escombros.
Comisariada por Octavio Zaya, el trabajo de Almarcegui se divide en dos partes, siendo la más espectacular la que se encuentra en el pabellón español de la sede Giardini, que dialoga directamente con el edificio en el que se aloja, levantado en 1922 por Javier de Luque.
Y es que las grandes montañas de escombros que invaden los espacios, que apenas permiten cruzar de una sala a otra --o que impiden completamente el paso-- representan exactamente todos los materiales empleados para construir el mismo edificio donde se ubica, sólo que reducido a escombros.
Así, encontramos enormes montones de cascotes, tejas y ladrillos reducidos a grava, y otros montones menores de serrín, cristales rotos o hierro, que son al mismo tiempo una representación abstracta del edificio y una reflexión sobre cómo los escombros pueden hablarnos de la transformación urbana, pues en un edificio actual habría mucho más acero y hormigón y mucha menos piedra, por ejemplo.
La instalación se completa con la visita a la isla de Sacca San Mattia en Murano, una isla creada a partir de escombros y residuos de la industria vidriera, y que ahora es el solar más grande de toda Venecia y objeto de todo tipo de especulaciones.
Las secciones de arte y arquitectura de la Biennale di Venezia estarán abiertas hasta finales de noviembre de 2013, así que hay tiempo de sobra para planificar el viaje. Si os gusta el arte y la arquitectura, es casi obligatorio visitarla al menos una vez en la vida, aunque os aseguro que si vais, repetiréis.
Vía | DesignBoom Más información | Biennale di Venezia En Trendencias Lifestyle | Bobby Gin, el perfecto lugar para rendir culto al gintonic